Saturday, October 17, 2009

Friday, October 16, 2009

Sexo, Dinero y Política


En otro orden de cosas aparecen los grande temas que trabaja Fogwill. sexo, dinero y política. La novela estructurada en doce capítulos dada uno correspondiente a los años que van desde 1971 hasta 1982 trabajan la transformación, paulatina e inexorable, de un hombre que en las primeras páginas piensa en el retorno de Perón para luego ser un funcionario de lo que llama "contrarevolución". La novela es mejor idea que texto. Esa especie de mutación, de adaptación casi imperceptible por parte del personaje, lo convierte no sólo en otro sino también deja al descubierto el carácter pasivo y versátil del personaje para ser moldeado por la historia. La novela queda condensa en la siguiente frase: "siempre puede aparecer un plan capaz de cambiar el valor de cualquier cosa, incluyendo en de las personas". El final del texto es la parte más intensa en tanto se concreta la lucidez del narrador para cerrar la novela. Fogwill narra escenas de sexo y narra, lo que aun es más interesante, escenas de sexo imaginadas por el personaje. Fogwill habla de dinero, saca cuenta, convierte plata de una moneda a otra; el dinero es una dimensión constitutiva. Fogwill habla de política, mentira. Fogwill expone a sus personajes a cierta luz, a cierta pantalla histórica, que muestra lados que nunca se terminan de pronunciar. La politíca es más un terreno que un tema o se podría decir que Fogwill diluye el peso de un tema que puede polarizar la novela haciendolo el territorio y campo sobre el cual exponer a los personajes. Es raro el intento por escribir en pasado sobre la etapa 71/82 con rasgos de aquella actualidad. Si bien el texto nunca pretende situar los hechos en el presente si insiste una y otra vez con marcas de aquella actualidad. No es una novela que hable tanto del pasado como una novela que ubica al lector bajo las coordenadas ya vencidas de ese tiempo.

Thursday, October 08, 2009

Felisberto


Eterna Cadencia ha editado una selección importante de cuentos de Felisberto Hernández, acompañada por un pólogo de Elvio Gandolfo. Pareciera haber una relación, por otra parte bastante arbitraria, en la que libro y texto pueden encontrarse. Es decir, el objeto libro en tanto intervención digamos cultural y el objeto texto en tanto trabajo sobre el sentido. El libro viene a rescatar, a juntar, a precisamente reunir, aquello que faltaba y que no podía ser olvidar. Y ahí es el punto de contacto con los cuentos que están de algún modo definidos por la insistencia del recuerdo. Por las disgresiones del recuerdo, por materiales que aparecen ante el narrador sin saber muy bien por qué es que aparecen pero que no puede evitar. El libro reune y rescata cuentos que no debieran ser olvidados, justamente aquello que los textos no logran por insistencia de los recuerdos.