Monday, December 29, 2008

Balance 08

Página/12 publicó recientemente un atractivo balance sobre la escritura argentina de este año. A través de las voces de una nutrida selección de escritores se realiza un relevamiento de la producción en poesía, cuento y novela. La nota completa en este link

Se destaca el libro de cuentos de Daniel Guebel,
Los padres de Sherezade, elegido por Juan José Becerra diciendo que “contra la idea clásica del cuento como el género en el que habría que saber administrar las fuerzas que lo componen, estos relatos son ejemplos de una literatura antieconómica, incendiaria y movediza. Basta con que la busquemos aquí para que aparezca allá.”.
Frio en Alaska, elogiado por Graciela Speranza como una "invensión narrativa, sensibilidad urbana contemporánea, prosa suelta pero precisa".
Chejfec destaca el desarrollo variado de la poesía de Gruss en
La mitad de la verdad, poesía reunida (escribí una crítica para No Retornable acá) y el don de su persistencia, algo esencialmente alejado de la reiteración. “Sus poemas buscan contarme algo sin querer convencerme de nada, ni de una idea del lenguaje ni de versiones sobre las emociones.”

Friday, December 26, 2008

Eterna Cadencia

El 23 de diciembre la editorial y libreria Eterna Cadencia levantó la crítica escrita en este blog sobre Frío en Alaska de Matias Capelli

El link acá

Se agradece la lectura y el gesto

Tuesday, December 23, 2008

Manifiesto Pop

Las canciones de Leo García (y Pablo Schanton) pueden percibirse como una constelación que dibuja un Manifiesto Pop.

La reciente El milagro del Pop, aporta frases cómo estas:

La locura es popular todos bailan cualquier cosa / Quiero un sonido claro que las palabras sacudan / Mejor fortalecerse y ser un ser mejor / Amar mucho desmedidamente / Cantar mantras curativos el milagro del pop

En el disco Cuarto Creciente, la canción Y Más:

Hay que irse del barrio / Hay que dejar lo malo atrás / Hay que tener libertad / Hay que salir a la calle a la noche.

Y la impecable Aro y Tatuaje:

por qué no ves lo que nos pasa / pasó la moda del aro y el tatuaje / le ponemos cuerpo al tiempo que hace / y hace frío para andar desnudos.

Nuevo número de No Retornable






Dossier sobre Malvinas
Selección de Poetas
Selección de Cuentos
Entrevistas Alejandro Zambra, Feliz Bruzzone y César Valdebenito
Reseñas literarias
Imágenes de la artista visual Anabella Papa.

Todo ahí: Revista No Retornable

Friday, December 19, 2008

Buen Día



22.30 - Villa Diamante
21:30 - Natas
20:40 - Leo García
19:45 - Bochatón
19:00 - Entre Rios
18:15 - No Lo Soporto
17:30 - Micheal Mike
16:45 - Norma
16:00 - La isla de los Estados
15:15 - Nairobi
14:30 - Reyes del Falsete
13:15 - Mic y Mouse

Wednesday, December 17, 2008

Roberto Arlt: Técnica y salvación en la ciudad moderna


(...)

Por último creo que hay dos ideas que pueden servir para dar cuenta del Arlt que interviene en la conformación del campo literario de los años veinte. Por un lado entender la figura de Arlt con ciertas similitudes a la de Baudelaire y por otro el lugar que el lenguaje ocupa en su obra. El punto de contacto con Baudelaire se puede ver en lo que Bourdieu llama la doble ruptura, por un lado desagradar a la elite, un tanto embalsamada de la época, como por otro lado exaltar las diferencias. Para desarrollar una escritura hace falta poseer un saber, dice Sarlo, Arlt al no contar con los saberes teóricos sobre arte y literatura, incluye los saberes del pobre. Arlt intenta diferenciarse del resto, responderles con una literatura distinta que ni siquiera va a ser considerada literatura en su tiempo, va exaltar las diferencias para construir su lugar. Por otro lado, desde el prólogo de Los Lanzallamas intenta desagradar a sus pares, se hace cargo de que escribe mal y responde que a los que escriben bien no los lee nadie más que sus familias. Hace en el mismo prólogo referencia a Flaubert, admirándolo pero diciendo que no cuenta con el tiempo para escribir de esa manera. Arlt, como en el siglo XIX Baudelaire, interviene en el campo literario, su obra no solo tiene la fuerza artística sino la del gesto cultural. Arlt lleva El Juguete Rabioso a una editorial marginal como era la de Zamora, llamada Claridad, y es rechazada y termina publicando en los márgenes, porque al canon no le interesan los libros de Arlt ni a este figurar en ese lugar. Arlt resuelve no enviar Los Lanzallamas a los diarios para que sea reseñado porque no le interesa esa crítica.


Si en algún momento del texto de Bourideu sobre Las Reglas del Arte se cita a Flaubert diciendo “se trata, nada menos, de escribir la realidad”, Arlt va a entender algo similar, él está convencido en el realismo que lleva adelante y su única manera de escribir lo que ve, vive y piensa es con una escritura cruda y violenta, una escritura por momentos barroca en su ambición de dar cuenta de la modernidad de la ciudad. Arlt basa su literatura en un nuevo lenguaje, hace una literatura no solo con temas nuevos sino con una materia de palabras nuevas. Porque la literatura de Arlt va a estar enfrentada a la de Boedo, Arlt no pretende un realismo social, sino un realismo que es el resultado de su recorrido por una ciudad hostil y que es procesado por su imaginación. Si de algo se encarga la escritura de Arlt es de dimensionar aquello que ve, como si de alguna manera quisiera no deformar sino subrayar el sentido que pretende generar en el lector. La técnica y los saberes del pobre, la violencia de la ciudad moderna, la posible salvación por el batacazo o la estafa, la escritura apurada y como medio de vida en las crónicas y aguafuertes del diario, el estilo barroco y descuidado, configuran la escritura poco dócil de un escritor de los márgenes que el tiempo canonizó.


Exposición final de Historia General de los Medios y Sistemas de Comunicación, carrera de Comunicación (UBA)

Saturday, December 13, 2008

Frio en Alaska


Frio en Alaska de Matías Capelli posee una prosa rápida y liviana, una escritura suelta que oscila, por momentos, entre la frialdad de Houellebecq y la narrativa de Bolaño. La escritura de Capelli es más luminosa que la del francés y el chileno, parece renovada y fresca.
En el primero de los cuatro relatos que integran el libro, y que hasta pueden dar la impresión de novela fragmentada, tiene algo de Fogwill en el sentido que incorpora precios y valores en libras, así también suma algunas marcas, gesto que se ve solo en ese primer texto y que esta bien administrado. Es el reato donde se presenta y configura al noruego Lekman, el denominador común del las cuatro partes.
Probablemente el segundo texto Solo estas sangrando sea el más interesante en su estrategia narrativa. El dispositivo por el cual se cuenta es la segunda persona del singular tu/vos. “por teléfono habla igual. Dos semana atrás te llamó, así, de la nada, y hoy es el día de la madre y vas a volver a verla después de dos años.” A partir de este rasgo crea un relato sobre la visita a la casa de la madre, donde también vive su hermana, la nueva pareja y sus hijas. Por momentos podría ser el mismo personaje que se habla así mismo, por otros alguien que trata de recordarle lo que hizo.
El tercer y cuarto relato son los más complejos, los que requieren un mayor trabajo de lectura. Están armados a través de la superposición de planos oníricos con los de la vigilia. Signados por una buena dosis de misterio y desconcierto. A propósito del último texto, la contratapa del libro dice: “Relato donde las imágenes, como en un caleidoscopio, se desarman imprevisiblemente para conformar cada vez una nueva escena”.
Frio en Alaska, es un libro que en sus cuatro relatos parece interrumpir el flujo de sentido en la vida de Lekman, cuatro momentos donde Lekman ve alterado el registro cotidiano, donde se superponen el sueño y los recuerdos con el plano real. Relatos donde el personaje sale a la calle, donde es el exterior uno de los rasgos que ponen a prueba a Lekman (ir a hacer las compras, ir al cementerio, salir a un teléfono público).
La escritura de Matias Capelli genera un efecto actual, una escritura que tiene entre sus virtudes es actualizar la manera de contar, de mostrar y no decir. Relatos un tanto nebulosos en sus historias pero despejados en su escritura.

Friday, December 12, 2008

Post Punk

Yumber Vera Rojas y Federico Lisica

Posiblemente Franz Ferdinand fue la primera gran evidencia de que Gang of Four todavía seguía latente en el inconsciente colectivo. Así como los miembros del cuarteto escocés desempolvaron los discos que sus hermanos mayores escucharon hasta gastarlos o rayarlos, y cuya musicalidad quedó rondando en la banda de sonido de la vida misma, un sinnúmero de bandas hurgó nuevamente en las texturas, el hype, el caudal rítmico y la estética que a fines de los ‘70 legaron cientos de grupos. Así que, desmembrando con el parafraseo la ley de la química moderna, dos generaciones, pese a la independencia de sus procesos, han estimulado la constancia de este sistema de fantásticas sustancias sonoras.

Por eso pensar en el revival que tenazmente se le ha impuesto como apelativo, puntualmente para diferenciar a los noveles exponentes de los pioneros, es una tontería del marketing. Y es que ciertamente este redescubrimiento, más allá de la connotación romántica que seguramente pueda manifestar, ha acertado en la revitalización de cierto tipo de rock que, ante la obstinada necesidad de crear una ligazón con la música dance, ha logrado apropiarse paulatinamente de la pista de baile. No hace fa

lta más que acudir, acá mismo, a alguna fiesta o a algún boliche para comprobarlo. Argentina, a lo largo de los años que le siguieron al corralito (porque con algún “post” había que enlazarlo), ha sido testigo de esta evolución. Inicialmente como escenario, pues por acá pasaron, además de los de Glasgow, grupos fundamentales para comprender lo que ha sucedido: desde los legendarios New Order –que se separaron tras tocar en Buenos Aires–, Madness y Echo and the Bunnymen hasta

Arctic Monkeys, Bloc Party y Kaiser Chiefs, más la cuota norteamericana ofertada por el cadencioso dance punk de

The Rapture, !!! (chk chk chk) y LCD

Soundsystem. Y no hay que olvidar a los

taciturnos Interpol, que en su performance en el Gran Rex demostraron la vigencia de ciertas ideas de Ian Curtis.

Si la matemática apela a los números, que coordinados de determinada forma dan como resultado una verdad, el post punk directamente se zambulle en esa ciencia. Tiene sus cifras particulares (el ruidismo, la repetición, la negrura, el humor como resorte, el apego a la síntesis) y logra algo tan certero

en el lóbulo frontal como un “es igual a”. ¿Pero qué hay de las cuentas que entran con fórceps? Esas que uno mira, no está seguro del resultado, borra el número y escribe otro cercano a lo ideal. El post punk local pertenece a esa gama.

Nota completa acá

Wednesday, December 10, 2008

Ingobernable

Ciclo “La cadencia del asunto”
Participaron: Martín Kohan, Leonardo Oyola y Juan Terranova.
Moderó: Patricio Zunini


"Uno no gobierna sobre los sentidos. Por eso es tan lindo escribir. Precisamente porque el lenguaje que yo uso para decir lo que yo quiero decir está diciendo cosas que van más allá de lo que estoy queriendo decir, es que vale la pena hacer literatura. Por eso estoy tan atento a lo que los lectores después leyeron. Justamente porque el lenguaje está diciendo cosas que yo no tenía por qué premeditar. Las palabras traen cargas y connotaciones, pero yo a eso lo llamo significación, no realidad."

Martín Kohan



desgrabado completo acá

Tuesday, December 09, 2008

Crepitar

“Desde entonces, a una hora incierta/esa agonía vuelve/y hasta que mi cuento espantoso sea contado/mi corazón sigue quemándose en mí”, dice el viejo marinero de un poema de Coleridge que recordó Primo Levi.

El infierno no termina cuando se cierran las puertas del campo de concentración y los hornos se apagan: hace un cuarto de siglo que cesó el infierno militar en la Argentina y centenares de miles de personas –hijos, padres, hermanos, familiares, amigos de los desaparecidos– viven esa segunda parte del infierno que crepita en la memoria y no hay modo de apagar.

“¿Para qué renovar las penas? –dice Ismene a Edipo–. El dolor se sufre al recibir las penas y se vuelve a sufrir al recordarlas."


Juan Gelman, texto nota completa acá

Wednesday, December 03, 2008

Graciela Speranza: Duchamp y literatura argentina

Cruzaste a Duchamp, artista central, con una serie de escritores centrales pero de una tradición periférica.

–A simple vista esa parece la operación más arbitraria. Pero quizá la arbitrariedad mayor es partir de esa visita de Duchamp a Buenos Aires en 1918, cuando yo misma me encargo de demostrar que es poco lo que Duchamp ha dejado a su paso, y es más bien el vacío como en todo su arte lo que resulta estimulante para la especulación crítica. ¿Qué se ve a través de la lente duchampiana que todavía no hemos podido mirar? En algunos casos se trata de reponer diálogos reales con Duchamp, como en Cortázar o Aira. En otros, como en Macedonio, Borges, o Puig, sin esa causalidad eficiente, se puede pensar la interacción entre pensamiento, visión y palabra que también aparece en la literatura y el arte argentinos. Borges y Duchamp, por ejemplo, nunca se conocieron y nunca se mencionan entre sí pero la coincidencia de algunas preocupaciones estéticas, quizás mediadas por Paul Valéry, es indudable.


Nota completa de Mauro Libertella a Graciela Speranza, sobre el libro Fuera de Campo, en: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/10-2326-2006-11-21.html