Tuesday, April 08, 2008

La seguridad en la vida cotidiana

INSEGURIDAD Y COMUNICACIÓN:

EL SENTIDO CONSTRUIDO POR LOS COMERCIANTES
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La finalidad del análisis es “ampliar el universo del discurso humano” para decirlo en términos de Geertz, a esto se ajusta el concepto semiótico de cultura, sistemas en interacción de signos interpretables. La cultura no es una entidad, es un contexto dentro del cual pueden describirse los fenómenos de manera inteligible, es decir, densa.
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Se puede advertir cierta relación entre la necesidad de orden y la de justicia, implícita en las entrevistas. Se lee entre líneas que la inseguridad desorganiza la sociedad, genera injusticia. No se concreta medidas que castiguen a los culpables, el reclamo de rigor como inicio del orden y la justicia.

La marginalidad social es definida como diversos sectores que hay que expulsar, sectores o grupos que en el intento de integrarlos perjudica al conjunto entero. La marginalidad social es estigmatizada, puesta en ciertos indicios para detectar, para clasificar.

Tomaremos una cita de Durkheim: "llamaremos normales a los hechos que presentan las formas más generales y daremos a los otros el nombre de mórbidos o patológicos". Esta cita nos sirve para sintetizar buena parte de las respuestas de los entrevistados. Esa es la concepción que utilizan para diferenciarse de aquellos que ponen en riesgo su propiedad. Los otros, los desviados, son los que no responden a formas generales de vida.

Observamos que la tipificación del delito no se extiende mucho más allá de hechos relacionados con uno principal y disparador: los robos. El delito es tocar la propiedad privada y comercial.

En principio, no surge de las entrevistas que aquellos que llevan adelante los delitos puedan tener un código moral diferente, aparecerían según las descripciones como amorales, no se rigen por sus propias reglas de convivencia.
La pena que se pide puede leerse como contradictoria (una de las características del sentido común según Gramsci), por un lado se exige rigor policial para quien intente robar, lo cual no significa una pena a cumplir o extensible a otros de su misma condición para que roben, sino actuar en el momento del robo. Por otro lado supone la presencia policial una forma de que estos grupos marginales no se animen a robar. La tensión sería la siguiente: la presencia policial es para castigar, la presencia policial es para evitar los robos.

La tipificación de la imagen del delincuente no de es fácil verbalización por parte de los entrevistados. Tratan de no incurrir es descripciones o desestimaciones, se hacen silencios, vuelve a parecer el lenguaje no verbal hacia los entrevistadores que se lo interpreta como una búsqueda de complicidad, que el otro lo diga por él. Vuelve a sobrevolar a la entrevista un supuesto metadiscurso que no termina de ser pronunciado.

En cuanto a los medios de comunicación se advierte que se los trata de manera homogénea, de manera que todos dicen más o menos lo mismo. Desde el marco teórico se dijo que tomamos a los medios como un campo donde no hay una reproducción mecánica de construcción de sentido único. Pero al rastrear en las entrevistas esto no está presente. Los medios influyen, condicionan, son fuente de legitimación de algunas construcciones.

La percepción de la inseguridad se construye de manera asistemática, tomando ideas provenientes de distintos sectores sociales, de los medios, de la propia identificación. Se toma el relato de los pares, pero también de quienes están mejor posicionados y se supone que por eso tienen respuestas. La construcción de sentido no es un mero reflejo de delitos. Está inmersa en un complejo entramado de sensaciones, vivencias, relaciones y situación de un determinado espacio temporal. Es decir, entre todos los factores que influyen en esa construcción subjetiva sobre la inseguridad el momento en el que se lo comunica, creemos que el hecho de la lejanía o cercanía temporal con un robo sufrido, es una variable importante.

Se puede afirmar a modo de conclusión parcial que el sentido construido sobre la inseguridad modificó prácticas cotidianas como por ejemplo fue descripto durante el análisis el momento del cierre de los locales, conductas antes desconocidas. Las precauciones se realizan de manera cotidiana y se naturalizan en el proceder diario.

Por último, queremos dar cuenta de unos pocos disparadores que podrían funcionar para profundizar la investigación y algunos aspectos que no fueron tratados.
No fue tratado un tema que puede dar nuevos conocimientos como la construcción de una matriz política o una estructura política donde ingresan o no las percepciones de los comerciantes, y que peso tienen en el momento de tomar decisiones en una agenda de temas a tratar por el gobierno. Tampoco se trató lo suficiente la vinculación de la estructura económica con la inseguridad, sobrevuela por las entrevistas que los delincuentes conllevan un problema de educación que a muchos los hace incurrir en los delitos. Y no se cuestiona la distribución de un modelo y una política económica que opera en la percepción de la inseguridad.






Bourdieu, Pierre (1995): La logica de los campos”. En Bourdieu, Pierre y Loic Wacquant: Respuestas. Por una antropología reflexiva. México, Grijalbo.
Durkheim, Emile: Lecciones de sociología, Cecso, Buenos Aires 1996.
Geertz, Clifford (1973): Descripción densa: hacia una teoria interpretativa de la cultura. Barcelona, Gedisa, 1987

Goffman, Erving (1959): Actuaciones en La presentación de la persona en la vida cotidiana.

Gramsci, Antonio (1949): Observaciones sobre el folklore. En cuadernos de la carcel. México, Juan Pablos Editor, 1976

Martini, Stella (1994): “La comunicación es interacción. Cuando comunicar es hacer: interaccionismo simbólico, Erving Goffman y apuestas en juego”. Buenos Aires, documento de la cátedra.

Martini, Stella (2002): Agendas policiales de los medios en la Argentina: la exclusión como un hecho natural. Violencias, delitos y justicias en la Argentina. Buenos Aires, Manantial/UN Gral. Sarmiento

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