Estoy leyendo paralelamente Un viejo que leia novelas de amor de Luis Sepúlveda y Lenta Biografía de Sergio Chejfec. La primera por cuestiones laborales y la segunda por puro gusto. Es violento el paso de la altamente narrativa novela de Sepúlveda a la siempre (y precisamente en este caso) lenta escritura de Chejfec. Pero hay algo más que hace ruido al pasar sin mayores preámbulos de un libro a otro y es que la velocidad narrativa que tiene impresa Un viejo que leia novelas de amor hace correr al texto sin que logre crear ese otro mundo (o vida?) que interviene y suspende nuestro mundo (vida?) real. Al mismo tiempo Chejfec hace con su escritura que se detenga el tiempo, logra forzar hasta tal punto la demora y el retraso de la anécdota que llega a resultar casi exasperante logrando que uno pida salir, un poco, de este mundo en el que nos instaló la escritura.
Dos literaturas que no se tocan, que no tienen puntos de contacto y que su lectura paralela muestra el lado más radical de cada una.
También estoy en otros blogs, como en el 2006
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http://poetasaltuntun.blogspot.com.ar/2016/01/agustina-paz-frontera.html
8 years ago
2 comments:
...interviene y suspende nuestro mundo (vida?) real, nunca tan gráfico, querido Zapa.
Gracias, alin
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