Thursday, May 21, 2009

La escritura fantasma de Bellatin

Los fantasmas del masajista de Mario Bellatin es una inyección de desconcierto. La novela se abre y se dispersa, pone a prueba la resistencia de la narración y se cierra conjugando todas las líneas. Bellatin aplica con su novela breve, de una única dosis, un efecto minimalista y desestabilizador. Una novela rápida, que fluye, una novela tan suelta como obsesiva, narrada con el registro del resumen y la síntesis y con la precisión de la poesía. Los fantasmas del masajista no tiene ningún punto aparte, escrita para ser leída sin interrupciones, sin salirse de la atmosfera intima y extraña que genera el texto. Cuando termina la escritura no termina la novela porque se inicia una especie de epílogo y resumen formado con fotos que vienen no solo a repetir la historia sino también a distorsionarla poniéndole imagen a las palabras. La escritura queda concentrada en un puñado de imágenes que muestra inútil y banal la escritura anterior que solamente glosa las imágenes que conocemos solo una vez que leímos su narración. Al mismo tiempo, el montaje de escritura en una dosis tan ligera como densa y las fotos del final configuran una disposición de elementos que impostan mostrar todo y solo son un modo de ocultamiento, de escamotear un sentido último que quedó desgarbado en el proceso de escritura.

2 comments:

Sensitive said...

No entendí? es bueno o malo?

leo said...

No importa si es bueno o malo, si gusta o no gusta. Se trata de otra cosa y el libro trabaja sobre esa "otra cosa".