Saturday, June 13, 2009
Friday, June 12, 2009
Sunday, June 07, 2009
Duchamp
En enero fui a ver la muestra de Duchamp en Proa, desde entonces quiero escribir algo al respecto pero hasta ahora no pude. Hace un par de días me econtré con un texto de Alan Pauls que habla de Duchamp. La nota publicada en Página 12 tiene exactamente diez años, está escrita al momento de la aparición de una biografía sobre Duchamp. En esa nota Pauls dice todo lo que yo queria decir, da forma a lo que yo no podía y, además, agrega otras capas de sentido. Más abajo un fragmento de la nota.
Ese índice apuntado a un objeto común, indiferente, sin “gusto”, ese eso –-algo tan simple y económico como un eso, que con recursos mínimos consigue efectos máximos, ¿no es lo que en ajedrez se llama elegancia?– es lo que hizo famoso a Duchamp. Famoso y, para provecho de Tomkins, que aquí libra su propia batalla de biógrafo norteamericano, ininterpretable. Porque ésa es la otra tensión que envalentona a este libro sabroso, inteligente, que ya sería irresistible si se limitara a comentar, en cinco o seis renglones distraídos, la vida de cualquiera de sus personajes secundarios (Picasso, Peggy Guggenheim, Man Ray, Katherine Dreier, Henri Pierre Roché, amigo del alma, socio en un par de suculentos ménages-à–trois y autor del slogan que mejor define a Duchamp: “Su obra más imponente es el empleo del tiempo”): la guerra contra la interpretación. Retomando una vieja fobia de Nabokov (asimilar toda interpretación a una “patraña freudiana”), y también sus armas (la mordacidad, el sarcasmo, risitas malévolas), Tomkins parece sostener que eso –el gesto fundador de Duchamp– no tiene sentido, que es sólo un indicador, un signo que muestra algo –un mingitorio, una pala para nieve, un rascacielos de 241 metros de altura– que es opaco, impasible, pura superficie. Como el dandy Duchamp.
Pero, ¿y si aun en esa apoteosis de la frivolidad hubiera algo más? ¿Algo menos? ¿Un resto? Medio siglo después del Caso Mutt, Duchamp, en una entrevista con Francis Steegmuller, volvía a darlo vuelta todo. “Usted sabe que es uno de los artistas más famosos del mundo”, le comenta Steegmuller. Y Duchamp: “No sé nada de eso. En primer lugar, la gente común no conoce mi nombre, mientras que la mayoría ha oído hablar de Dalí y de Picasso, e incluso de Matisse. En segundo lugar, si alguien es famoso, creo que es imposible que lo sepa. Ser famoso es como estar muerto: no creo que los muertos sepan que están muertos. Y en tercer lugar, si fuera famoso, no podría enorgullecerme demasiado; la mía sería una fama payasesca, que se remontaría a la sensación causada por el Desnudo bajando una escalera. Aunque supongo, evidentemente, que si esa clase de infamia dura ya cincuenta años, es porque entonces hay algo más que el escándalo”. Steegmuller: “¿Qué otra cosa hay?”. Duchamp: “Hay eso”. “¿Eso?” “Eso. Lo que no tiene nombre.”
leanla completa acáThursday, June 04, 2009
Diagnóstico
“la vida continuaba, por dañada que estuviera”.
Gunter Grass, Cómo esribir después de Auschwitz
+
“Si algo está enfermo, está con vida”.
Soda Stereo, Terapia de amor intensiva
Tuesday, June 02, 2009
Vomitar
Tengo ganas de vomitar, de vomitarme a mí…
Tanta es mi nausea que si pudiera comerme el universo
Para vomitarlo después en la letrina, me lo comería.
Fernando Pessoa
+
Me gustaría ser antropófago, no para comer un hombre
Sino para poder vomitarlo.
Emil Cioran
Monday, June 01, 2009
"¿Me ayudás?"
Se acuerdan cuando existía el rock argentino? Qué épocas aquellas, marcadas por algunos hitos inolvidables: el apoyo a la guerra de Malvinas, el coqueteo de varios rockeros con Viola, Charly García haciendo campaña por Angeloz y Menem, Spinetta pidiendo mano dura. Ahora hay una letra de una canción que por su hondura y contundencia bien podría ser de Calamaro o Fito Páez: “Si me ayudás,/ podemos cambiar todo lo que nos hace mal/por todo lo que nos hace bien”. Ah, perdón: me dice Guillermo Piro, sentado aquí a mi derecha, que no es una letra de rock sino una frase de una publicidad de De Narváez. Es cierto, levanto la vista y en el televisor –en todas las redacciones hay televisores– se ve un aviso del candidato empresario donde se escucha la sentencia en cuestión. ¡Qué profunda! ¡Por eso me la confundí con una canción del rock argentino! En su columna en Los Inrockuptibles (inteligente y bien escrita como de costumbre), Juan José Becerra echa una aguda mirada sobre el candidato empresario, y al comentar otro de sus eslóganes (“La seguridad se hace”) propone reemplazarlo por “Facho se nace”.
Damián Tabarovsky, acá
Friday, May 29, 2009
Thursday, May 21, 2009
La escritura fantasma de Bellatin
Los fantasmas del masajista de Mario Bellatin es una inyección de desconcierto. La novela se abre y se dispersa, pone a prueba la resistencia de la narración y se cierra conjugando todas las líneas. Bellatin aplica con su novela breve, de una única dosis, un efecto minimalista y desestabilizador. Una novela rápida, que fluye, una novela tan suelta como obsesiva, narrada con el registro del resumen y la síntesis y con la precisión de la poesía. Los fantasmas del masajista no tiene ningún punto aparte, escrita para ser leída sin interrupciones, sin salirse de la atmosfera intima y extraña que genera el texto. Cuando termina la escritura no termina la novela porque se inicia una especie de epílogo y resumen formado con fotos que vienen no solo a repetir la historia sino también a distorsionarla poniéndole imagen a las palabras. La escritura queda concentrada en un puñado de imágenes que muestra inútil y banal la escritura anterior que solamente glosa las imágenes que conocemos solo una vez que leímos su narración. Al mismo tiempo, el montaje de escritura en una dosis tan ligera como densa y las fotos del final configuran una disposición de elementos que impostan mostrar todo y solo son un modo de ocultamiento, de escamotear un sentido último que quedó desgarbado en el proceso de escritura.
Wednesday, May 20, 2009
Sunday, May 17, 2009
Concierto
A partir de Infame y de cierta masificación de su música, Babasónicos tiene por resolver una coyuntura: cómo seguir. Claro que después de Infame vinieron otros dos discos, Anoche y Mucho. El primero un disco corto, que trabaja sobre un par de ideas y las explota. Anoche se repliega sobre el formato canción para trabajarla, la máxima expresión es el increíble trío Carismático-Yegua-Flash que comparte estribillo y patrones musicales haciendo una única canción de nueve minutos integrada por tres partes tranquilamente separables. Luego, con el ya no tan reciente Mucho, las ideas de Anoche se potencian y sintetizan. En busca de una canción “redonda” hacen un disco breve que explora sus ideas en cada canción de modo rápido, canciones que se auto-consumen en la explosión de lo que tienen para ofrecer. Escamas, Cómo eran las cosas y Pijamas los puntos más altos de canciones invencibles. Anexo aparte para Microdancing, muestra perfecta del estilo babasónico-moderno. Ahora, el talento y la destreza de Babasónicos les permite realizar discos muy buenos pero que no logran resolver la coyuntura sobre cómo seguir luego de ser tomados por la industria cultural. Es decir, cómo mantener ese carácter un tanto hiriente que define al rock, esa constante de cambio, de imposibilidad de sistematizarlo. Hoy Babasónicos incomoda o lastima de un modo tan indirecto y solapado que pasa desapercibido.
Ayer vi a Babasónicos y el recital no lastimaba a nadie, sonaron muy bien y ya a esta altura cuentan con una batería de temas tan notables que cualquier lista que armen va a estar más o menos bien. Ayer, la gente estaba con los cochecitos de sus bebés, se sacaba fotos con cámaras digítales, las adolescentes gritaban de manera histérica, muchos se paseaban como quien va a un lugar para después contarlo.
“El rock es eso que no sabes donde ponerlo y que te deja en una actitud de desconcierto. A mí me gustan los desconciertos de rock más que los conciertos”. Daniel Melero
Babasónicos ayer dio un concierto.
Monday, May 11, 2009
Friday, May 08, 2009
Drogi danzer
Victoria Mil
+
Entonces, drogas... ¿para qué?
Babasónicos
Wednesday, May 06, 2009
Firma
“Si el autor, de aquel dios que era, deviene a esta altura un difunto, ¿quién escribe ahora los poemas? Es un serio problema, se escribe precisamente para intentar descubrirlo, para obtener del texto su remitente, para derivar del gesto de su emisor”. Valerio Magrelli. Repito, obtener del texto su remitente; me acuerdo de una frase semiótica que dice algo así: estudiamos productos para reponer procesos. Se escribe para obtener el remitente, para saber de qué se es capaz, o simplemente, qué se es. Algo me hace ruido. Una construcción de la identidad, o mejor aun, una huella de la identidad. Repito, para derivar del gesto de su emisor; y dijo emisor y no narrador, y dijo emisor y no enunciador, y dijo emisor y no autor. Gesto y remitente. El texto se firma a sí mismo.
Monday, May 04, 2009
Crudo
El lunes pasado vi la obra de teatro "Crudo", actuada y basada en la vida de Jose Maria Muscari. Los problemas para pensar la obra es que es una obra sobre Muscari ("esto no es ficcíon ¿te animás a verlo todo?" reza la bajada de los afiches) pero que no es de Muscari. Es decir, la dirección y los textos son de Mariela Asensio, quien hace esta obra sobre, como se anuncia, "su mejor amigo". La obra es dinámica, muy dinámica. El escenario es el teritorio vital de Muscari, ahí cocina, habla por teléfono en vivo, se cambia de ropa, hace gimnasia, chequea mails y baila. En lo dinámico de la experiencia radica el poder de la obra, en ese movimiento continuo y en un Muscari que no actúa, tan solo habla de su vida a través de un guión pero tranquilamente podría estar improvisando. Muscari se emociona, pide perdón, habla de sus conflictos, de su fascinación por los fisicoculturistas, de sus proyectos, de sus parejas, de su familia (la del pasado y la piensa para el futuro), se da por completo. Se muestra Crudo. Muestra las costuras de su vida. La obra está sostenida en la figura temática y actoral de Muscari y en un uso muy acertado del video. Muscari actúa delante de una pantalla que muestra fotos y video-cplis, la imagen visual organiza la obra, la divide en capítulos y es el telón de fondo, el paisaje, el cielo, sobre el cual interactua Muscari y sus tres acólitos femeninos. La obra apela a lugares comunes para transformarlos, para adulterarlos y que ya no se sientan tan comunes. Escribe Muscari en el blog de Crudo: "le regale flores y ella fue feliz a veces la simpleza es compleja de encontrar". Ese parece ser el recorrido que toma la obra, es decir, el Muscari vital y actor que se deja dirigir por otro.
Tuesday, April 28, 2009
Saturday, April 25, 2009
Sábado pop
Sábado a la noche, otra vez,
solo y confundido te llamé,
escuché tu voz lejana
y en silencio te corté.
Juana la loca
+
sábado, la noche sábado
escribe el día
su canción de sábado
no te espero en ninguna parte
ya no tengo a qué amarrarte.
Bochatón
+
Este sábado a la noche te paso a buscar
a bailar el Wadu-Wadu que te va a gustar
te prometo invitarte muchas veces más
todo el tiempo Wadu-Wadu para re-relajar.
Virus
Friday, April 24, 2009
Pac Man
"Los videojuegos no tienen ninguna influencia sobre los niños. Quiero decir, si el Pac-Man hubiera influenciado a nuestra generación, estaríamos todos corriendo en salas oscuras, masticando píldoras mágicas y escuchando músicas electrónicas repetitivas".
Monday, April 20, 2009
No son escritores
En una reciente entrevista el español José Antonio Millán habló de "ficciones interactivas", algo así como una literatura interactiva, hipertextual y que se nutre de la incorporación de nuevos medios y lenguajes. En este sentido se debería dejar de hablar de literatura. El mismo Millán dice que se va hacia géneros híbridos que todavía no están del todo definidos, lo cierto es que de literatura parece haber poco, solo cierto nivel del relato y la narración. De igual manera, estas ficciones interactivas que utilizan, por ejemplo, Google Maps, tiene tantos puntos de contacto con la literatura como con el cine, es decir, muy pocos, casi nulos. Si bien el mismo Millán dice que estos productores de ficciones interactivas dejaran de llamarse escritores, aun, sitúa este nuevo género dentro de la literatura, o al menos, modificando la literatura. Al no haber un trabajo específico con el lenguaje verbal y a través del cual se defina el carácter de la disciplina, no se puede hablar de literatura. Sino, más bien, de nuevos modos de ese amplio y atractivo campo (dónde todo se cruza y se combina, ¿una especie de arte total?) de las artes visuales.
Friday, April 17, 2009
Porno
A partir de la lectura de Porno de Marcos Bertorello me interesa poder pensar dos puntos; primero el titulo, el titulo y la relación con los cuentos, si el titulo de un libro es, en definitiva, un horizonte de expectativas, si un titulo funciona al igual que funciona un nombre o si por el contrario se acerca a un rótulo. El otro punto que me interesa es pensar una definición de lo “porno” porque si consideramos que el libro de Bertorello trabaja sobre ese tema, se podría decir que pone, al menos, en crisis el término.
Los ocho cuentos parecen ser variantes de una idea inicial, como una serie que trabaja sobre los temas y las formas que se quieren cruzar. Entonces, el libro se podría agotar rápido. Tal vez “Cura” sea el cuento más logrado en cruzar las variables que atraviesan y se repiten en el libro: diálogos interrumpidos y superpuestos, montaje de niveles temporales y escenas que oscilan en el erotismo. Tío, que es el primer cuento, es el único que se aleja de esta tesis sobre la que está escrito el libro. Tío apuesta a la tensión narrativa y a lo no dicho. Maximiliano Tomas escribe en Perfil sobre el libro de cuentos de Bertorello: “en las páginas de Porno (evidentemente el malentendido lo genera el título, cerrado y concreto) hay más diálogo con el psicoanálisis, la crítica, el ámbito universitario y la tradición literaria que con la industria pornográfica.” Es cierto, por eso una de las claves de lectura del libro es el titulo. “Porno”, resulta desconcertante, en un sentido resulta incoherente. Algunos de los cuentos, incluso, parecen tener incrustadas escenas eróticas de modo casi injustificado. Así y todo, con estas escenas injustificadas que son propias del porno, el libro sigue haciendo ruido porque terminan quedando en un segundo plano, siempre se habla de otra cosa. El porno no es la excusa para hablar de nada, todo tema o especulación es buena excusa para la pornografía. Al mismo tiempo que el libro se llama “Porno” y entonces se evoca, se convoca un mundo de sentido, el titulo funciona como un rótulo y ya no un nombre porque el porno es un género y cómo tal promete un horizonte de expectativas, que no cumple. Porque, y acá está el segundo punto, el libro carece de lo “inverosímil” que define a la pornografía. Es decir, el porno es el lugar donde todo puede suceder y donde todo se va a ver y donde a todo se lo va a llamar por su nombre. El poder de las situaciones que se ven en cualquier película porno radica en que no es verosímil lo que ocurre pero nadie deja de mirar porque en el porno, más que el cualquier otro género, la anécdota no interesa. Una película porno toma cualquier elemento narrativo como mero pretexto o excusa para llegar a eso que es lo que se promete: cuerpos absolutamente desnudos, garchando sin limites. En “Porno” esto no sucede, tanto los narradores como los hábiles conversadores que discurren por todo el libro, se cuidan de no decir nada “chocante”, de “mal gusto”, no hay “malas palabras”, no corre el riesgo de desagradar que es el principal riesgo que asume el porno.