Thursday, July 24, 2008

Sergio Raimondi

A los reales seguidores del realismo

No es, como gustan decir, la voluntad
implacable de nombrar la experiencia
de quien ha sufrido y por eso desecha
el recurso del adorno mortecino. Es,
en todo caso, su confianza en los sustantivos,
su adjetivación rala y apenas expresiva
y cualquier atisbo de acción subordinado
a la persistencia y fijeza de una imagen.
Suyo el artificio, en fin, de que el verso
existe porque en algún lado se vivió,
no de que el verso es la vida y lo intolerable.

1 comment:

La que no sabe decir said...

Leo!
Cómo andás tanto tiempo?
Muy lindos los textos, pero este me parece q lo voy a tener q leer un par de veces más... jeje

Te mando un saludo enorme!
En cuanto me disponga vuelvo a abrir mi blog.

Besoo!

Anni.-